Todavía tenemos en nuestra retina el gran incendio del edificio de Campanar en Valencia del reciente 22 de febrero de 2024, con esas imágenes tan impactantes de la propagación de las voraces llamas por la fachada del edificio. Con las investigaciones en curso, de los diferentes cuerpos de seguridad (policía, guardia civil, bomberos) así como de las diferentes entidades aseguradoras; una cosa está clara, y es que existía materiales combustibles en las fachadas, que hicieron que se propagara de una forma extremadamente rápido el incendio. Con una voracidad descomunal que se llevó por delante 10 vidas (este es el punto más importante), y dos edificios completos con unas cuantías en indemnizaciones muy por encima de los 30.000.000€, y unos perjuicios crueles ya que muchos vecinos se han quedado sin vivienda, propietarios sin alquileres, etc.
Esto pone en el foco, lo que las aseguradoras llevan tanto tiempo resaltando por su peligrosidad, y es que; existan elementos combustibles en la tipología constructiva de los edificios (tanto hogares como edificios industriales), ya que puede hacer que un incendio de dimensiones contenidas, como en este caso el de Campanar, se podría haber limitado a un solo hogar, evitando que se propagase a la totalidad del edificio por la continuidad combustible en la tipología constructiva, en este caso la fachada.
Esto es aplicable, muy especialmente en las empresas industriales, ya que ha existido permisividad en el uso de tipología constructiva combustible, con usos intensivos de paneles sándwich combustibles* con espumas tipo PUR poliuretanos, PIR poliisocianurato, etc. (*paneles con cualquier material que no sea considerado como Euroclase A1 o A2, ya que estas son las únicas caracterizadas como No combustible). El uso extendido de paneles sándwich combustibles PUR/PIR en cubiertas y cerramientos, hace lo que se denomina en el argot asegurador “que dispongamos de una envolvente combustible del edificio”. Siendo considerado esto como un agravamiento de riesgo muy importante, a la actividad fabril que se desarrolle en el edifico analizado. Por lo expuesto anteriormente, un conato de incendio de reducidas dimensiones puede verse propagado incluso a la totalidad de las instalaciones por estos materiales combustibles utilizados en las envolventes (cubiertas, cerramientos/paredes).
A todo lo anterior, ahora se suma un nuevo factor a la ecuación y es que se están instalando placas fotovoltaicas en innumerables empresas industriales, principalmente sobre cubiertas, y si esta instalación se hace sobre cubierta realizada con panel sándwich combustible tipo PUR/PIR, genera un agravamiento de riesgo de severidad ya que, tal y como se ha visto en las ultimas noticias, se están desarrollando incendios en las instalaciones de placas fotovoltaicas y si se trata de una instalación sobre cubierta de panel sándwich combustible, puede propagarse el incendio con gran facilidad por el aislante, generando un siniestro muy relevante a las instalaciones, pudiéndose generar incluso un incendio que afecte a la totalidad de las mismas. Los datos más precisos sobre incendios en instalaciones fotovoltaicas vienen de Estados Unidos donde llevan años realizando un seguimiento de este tipo de incendios. Un ejemplo significativo de estos estudios destaca que, entre abril de 2020 y junio de 2021, Amazon experimentó «incendios críticos o eventos de arco eléctrico» en al menos seis de sus 47 instalaciones en América del Norte con instalaciones solares, afectando al 12,7% de dichas instalaciones. Fue tan grave, que Amazon ha tenido que apagar las instalaciones de placas fotovoltaicas en sus cubiertas, por el riesgo de incendio que ello supone.
Las causas más comunes de incendios en instalaciones fotovoltaicas son; Sobrecalentamiento: Las células solares y los cables eléctricos de CC corriente continua pueden sobrecalentarse si están expuestos a altas temperaturas o si hay una sobrecarga eléctrica; Cortocircuitos: pueden ocurrir si los cables eléctricos están dañados o mal conectados y Fallos en los inversores: pueden causar un sobrecalentamiento y un incendio, por ello deben sectorizarse estos últimos e incluir detección y extinción de incendios en estas salas de inversores.
Se debe tener en cuenta que la instalación fotovoltaica puede ser un factor iniciador del incendio, pero también incrementa la carga de fuego del establecimiento, por lo tanto, su riesgo intrínseco. Además, se debe de analizar la reacción al fuego y su velocidad de crecimiento del incendio de los elementos, involucrados en la instalación fotovoltaica, tanto de la envolvente del edificio como las zonas interiores por donde discurra cableado y equipamiento.
Todas estas situaciones están haciendo que las entidades aseguradoras limiten su exposición y no tengan apetito por asegurar empresas que dispongan placas fotovoltaicas en cubiertas combustibles, por la posible propagación del incendio que puede sucederse.
Por todo ello, es de vital importancia no realizar nuevas construcciones con envolventes combustibles tipo paneles sándwich PUR/PIR e incluso sustituir las actuales y de ningún modo instalar placas fotovoltaicas sobre elementos combustibles.
Pablo Ferri – SUÁREZ CONSULTORES Correduría de Seguros S.A.U.
Dpto. Verificación, Valoración y Gerencia de Riesgos
Certificado en ISO31000 Risk Management Professional por G31000
